lunes, 13 de enero de 2014

De la genialidad de Frank Herbert

Si ún autor ha podido impregnar mi corazón de todo tipo de emociones, llenarme de pensamientos e ideas y hacerme crecer como ningún otro, ese es Frank Herbert.

Dune me hizo ver el mundo con ojos reflexivos y mente muy muy abierta, con empatía hacia mi alrededor y viendo todas las relaciones que enlazan todo aquello que ocupa esta existencia. No me canso de leer esta maravillosa colección de libros.

Tras ellos leí las trilogías co-realizadas por su hijo y que completaban la historia de Dune. Estupendas, trepidantes, pero sin el trasfondo y contenido de las obras originales.

Tras el paso de muchos años encuentro más obras del padre genio y me empapo de ellas. La estrella flagelada, bueno, novela inicial y semilla de genialidad, y tras ello.... El experimento Dosadi. En este libro creo se encuentra la semilla del universo Dune, no por la historia sino por los planteamientos y el denso contenido implicito de la obra.

Ahora La barrera Saratoga. Cuando lo termine os comento. Por ahora tan solo decir que tanto tema como contenido es totalmente nuevo dentro del temario tratado por Frank Herbert, pero de momento está bastante bien.

Salvo en este último libro, el autor introduce cada capítulo con un extracto de una obra imaginaria. Muchos de estos ilusorios trozos de sabiduría son sobervios, magnificos, geniales en mi humilde opinión. Vale la pena leer los libros tan solo por ellos. En ocasiones, no es preciso esperar al comienzo de un nuevo capítulo para encontrarse lecciones de sabiduría, como la siguiente de El experimento Dosadi:

La interpretación de predilección era: 'Si puede inclinarme hacia un lado en particular, lo haré'. La de prejuicilo era: 'No importa lo que ocurra en la arena, me inclinaré hacia un lado en particular'.
La predilección era permitida, el prejuicio no.

Si tenéis la ocasión de leer la obra de Frank Herbert, hacedlo. Si tenéis ocasión de leer cualquier cosa, hacedlo. Leed siempre, eso nos hace humanos.