martes, 17 de septiembre de 2019

Linkedin

Como red social me tratas y red social soy. No te engañes por mi apariencia, de profesionalidad y celo, en el fondo soy tan solo el cebo del despistado asalariado.
Iluso te unes esperando, encontrar recursos y gente dispuesta. Pero llegado el momento solo ves publicidad encubierta.
Es una pena hermano, que pudiendo ser un escaparate sincero, comunión de gente abierta, se haya convertido en un páramo acotado, poblado de cazatalentos sin miras, empresas mostrando sus cimas y buscadores de empleo desesperados.
No se qué haré en tus lares, solo sé que decepcionas y que roto mi ánimo y esperanza en tus anhelos, solo marchar me queda.
Linkedin, que pena.

miércoles, 9 de enero de 2019

Pensaba

Cuando era pequeño pensaba que todo el mundo era bueno. Pensaba que el bien siempre triunfaba tras una heróica lucha. Cuando era pequeño mi padre me preguntaba "¿En qué mundo vives hijo?" y yo tan solo atinaba a responderle "Uno donde si hay una guerra, nadie va.", y seguía soñando. Desde entonces muchas cosas han pasado, he conocido a muchas personas y he conocido de primera mano muchas cosas. Desde entonces he aprendido que la mayoría de las personas son buenas y, cada una a su manera, bien intencionada. Por desgracia también descubrí que hay personas malas, malas o simplemente mezquinas. Me gusta pensar que son minoría, me gusta pensar que tarde o temprano todo el mundo obtiene lo que merece. Visto así debería estar feliz ¿no? Ver un mundo en su mayoría poblado de buenas personas es todo un hito dificil de superar. Sin embargo no me siento feliz. ¿Y por qué? Pues a veces, cuando me pesa el ánimo y, a falta de ver una forma mejor de apreciar la luz, pienso en ello. Pienso en porqué buenas personas haces estupidesces. Hoy creo que posiblemente el origen de mucho mal sea simplemente el egoismo y la sobervia. Egoismo para querer más, sobervia creyendose cargado de razón. Y así, ¿quién saca buenos frutos de tanta buena intención?