Un tapiz
casi infinito, marcado por brillantes colores, zonas suntuosas, partes vacías y
salteado de lo que parecen páramos, que en realidad son tranquilas y elegantes
evoluciones de trenzados que preparan una futura explosión de color. Muchas
notas coloridas son puntuales, preciosas y efímeras, como lagunas hermosamente vivas
una sola primavera. Otras se extienden con el propio tapiz, naciendo tímidas,
creciendo caudalosas y muriendo en un océano inmenso de paz. Muchos son los
finales abruptos, de hilos, de tramas y de mosaicos completos.
A cada
instante el tapiz crece y cada hilo da un nuevo paso en su
existencia sin saber que otras puntadas del inmenso entramado estarán ahora
decidiendo su futuro. En cada paso y puntada son ciertos hilos la base de su
alrededor, del futuro de su trama, unas veces asegurando una larga existencia y
otras finalizando un futuro.
Algunos hilos son base y cimiento de eras completas mientras que hay eones inevitables,
independientes y libres de existir más allá de toda trama o cambio de color.
Pon tu nota de color, se verdugo de infames mosaicos y semilla de luz. Hasta el más minúsculo y gris hilo tiene su lugar en el tapiz de la existencia y siempre siempre es precioso en su conjunto.
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